Según leyendas y cronistas, Holubár era un guerrero checo de barba roja de estatura gigante a quien nadie podía derrotar. También visitó Buda, la corte de Matthias Corvinus, para participar en un torneo de justas y recoger el premio del ganador. En este punto de la historia hay varias versiones. Algunos dicen que Matías se puso en secreto la armadura caballeresca, otros que se enfrentó al guerrero checo asumiendo su identidad, pero el final de la historia es el mismo: el rey derrotó al temido guerrero y lo recompensó generosamente. Gyula Benczúr capturó el momento decisivo del choque, donde el cuerpo tenso del caballo y la jabalina rompiéndose en pedazos se sumaron al efecto dramático, mientras que la historia mejoró la gloria de Matthias Corvinus. (Gyula Benczúr: El triunfante Matías)